En Argentina, hoy en día se encuentran en riesgo unas 1300 fábricas del sector del calzado, lo que involucra a más de 60 000 puestos de trabajo, según informó Laura Barabas, gerente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC).
“Al menos hasta el 26 de abril está el 100 % de la industria paralizada. Las fábricas no están funcionando, tampoco los comercios ni el envío de las compras online”, detalló Barabas en diálogo con FashionNetwork.com.
El gran problema del sector del calzado, en medio del aislamiento social obligatorio decretado en Argentina, es la interrupción de la cadena de pagos y la estacionalidad que tiene el producto.
“La pandemia nos agarró en marzo, que es la mitad de la producción de invierno. El 80 % que se vende es calzado de dama, un producto absolutamente estacional. Lo que va a pasar seguramente es que toda esa mercadería va a entrar el invierno que viene en alguna liquidación de temporada”, explicó Barabas.
Aunque muchas firmas están haciendo fuertes liquidaciones en e-commerce y mostrando sus productos a través de acciones de marca con influencers o personalidades, lo cierto es que las ventas son difíciles por la disminución del poder adquisitivo y la imposibilidad de la población de salir de sus casas.
“Hay ventas por e-commerce. Por eso desde la CIC seguimos haciendo capacitaciones. Les decimos a las marcas que aprovechen este tiempo ocioso para mantener vivas sus páginas y las redes sociales, para seguir interesando a los consumidores”, agregó Barabas.
El objetivo de mantenerse a flote
Desde la CIC están trabajando en línea con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) para la implementación de una repaertura paulatina de la industria, con protocolos sanitarios estrictos y diferentes estrategias. Sin embargo, hoy en día los esfuerzos principales están siendo destinados a la supervivencia de las pymes en medio de la crisis.
“Hablamos con toda la cadena de valor, pero la realidad es que todo lo que se está haciendo es acompañar a las empresas para que reciban la ayuda. Todos vamos a tener que ceder algo en lo económico para poder salir de esta situación”, dijo la gerente de la CIC.
“Estamos focalizando en la obtención de créditos para pagar sueldos, subsidios, condonaciones de intereses. Todas las medidas tienen que ver con ayudar a que la pyme pueda pasar esta temporada”, agregó.
Otra preocupación en ese sentido es el posible aluvión de productos importados en el sector del calzado, principalmente desde países que también están sufriendo la crisis económica generada por la pandemia.
En ese sentido, Barabas destacó que tienen muy buen diálogo con los sectores del Gobierno nacional y que se harán los esfuerzos necesarios para evitar ese escenario. “Todos los países productores de calzados destruidos económicamente van a tratar de exportar como sea. Hay que ser muy cuidadoso con lo que dejamos entrar. Va a haber muchas fábricas en el mundo tratando de regenerar emprendimientos de calzado. Desde el Gobierno se comprometieron a que esto va a ser muy controlado y monitoreado, pero la amenaza está igual”, dijo.
Por último, la referente del sector recalcó la importancia de la sostenbilidad en este contexto, un factor que emerge como algo cada vez más necesario. “La pandemia nos deja el valor agregado de la sustentabilidad. Seria súper interesante que podamos verlo. Un consumidor centennial o milennial es mucho más consciente de consumir menos. Esta pandemia nos está haciendo reflexionar sobre eso y yo creo que las marcas lo tienen que aprovechar”, finalizó.
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