Los representantes de la industria del calzado de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela manifestamos nuestro fundamental compromiso con el cuidado de la salud y el rol que asignan los Gobiernos nacionales al sector; hacemos llegar nuestra gran preocupación por el impacto del COVID 19 en la sustentabilidad de las empresas, los puestos de trabajo y la cadena de valor; nos ponemos a disposición para generar la estrategia de reinserción a la normalidad y proponemos diseñar medidas de defensa comercial para contener el ingreso de calzado de Oriente.
La industria latinoamericana del calzado se encuentra cumpliendo estrictamente el aislamiento preventivo establecido por las autoridades de cada uno de los países con la prioridad de cuidar la salud de todos aquellos que colaboran directa e indirectamente en la producción de calzado y con el compromiso de la relación laboral entre las empresas y sus asalariados.
De este modo, la fabricación, la distribución y la comercialización de calzado hoy se encuentran completamente paralizadas y, desde que se establecieron los distintos programas de aislamiento, los trabajadores se hallan cumpliendo los protocolos de cuarentena dispuestos para reducir la expansión del COVID 19.
Con la fabricación paralizada y grandes restricciones a la comercialización, todas las empresas del sector enfrentan profundas dificultades para asegurar su sustentabilidad y la de los puestos de trabajo. Es central en todos nuestros países, el apoyo que cada Estado asigne a preservar las inversiones, la capacidad productiva y los empleos del sector en estas épocas en que solo se contabilizarán egresos. En tanto, estas políticas internas compensen la falta de ingresos para los fabricantes, quisiéramos dejar sentada nuestra preocupación frente a la capacidad de daño que la producción de calzado de Oriente generará a nuestro golpeado entramado productivo.
Las proyecciones del reciente Reporte de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO) del Fondo Monetario Internacional sobre el impacto del COVID 19 en la economía global ya están previendo una dramática caída para 2020, con gran golpe en las economías avanzadas (-6,1%), América Latina (-5,2%) y Europa Emergente (-5,2%). En cambio, Asia Emergente (+1%) y los Países de Bajos Ingresos (+0,4%) registrarían incluso números positivos.
Adicionalmente, el Reporte informa que la performance esperada para 2021 es muy heterogénea y aquí, nuevamente, se proyecta que Asia Emergente tendrá el mayor crecimiento (8,5%), las economías avanzadas se espera que se expandan un 4,5% y Latinoamérica quedará detrás de todas las regiones, con una recuperación mucho más moderada del 3,4%.
Frente a la gran recuperación que se proyecta para la economía de Oriente, proponemos desarrollar medidas de comercio justo, legal y equitativo que moderen e incluso, neutralicen, el desborde de importaciones de origen China, India, Vietnam e Indonesia, que se encuentran en el podio de los mayores productores mundiales de calzado explicando el 77,2% de la producción mundial en pares de 2018 (2019, World Footwear Yearbook), junto al resto de los países productores de calzado de Oriente. En este sentido, es imprescindible avanzar con el desarrollo de medidas transitorias coordinadas a nivel regional como la aplicación de salvaguardia, dumping y/o todas aquellas necesarias que nos permitan mitigar el difícil momento que atravesaremos.
Continuaremos priorizando el objetivo primario de la salud, esperando el momento de comenzar a producir y aportar a nuestras economías como industria intensiva en mano de obra que tiene un alto impacto social por los empleos que ocupa. En este sentido, proponemos activamente la implementación de protocolos de sanidad para retornar gradualmente a la actividad con los recaudos sanitarios necesarios para preservar la salud de todos los trabajadores y empresarios, desarrollando asimismo protocolos de comercio para la comercialización y distribución del calzado.
Mientras tanto, urge desarrollar una estrategia frente al inminente comienzo de la actividad productiva de calzado en Oriente y la velocidad de impacto de esa producción masiva en nuestros mercados internos.